Túnel peatonal peligroso bajo la calzada de la calle Alicante

túnel carrer Alacant

La Generalitat Valenciana ha licitado la construcción de un túnel de 260 metros de longitud bajo la calzada de la calle Alicante para unir la estación del tranvía procedente de Nazaret con la de Xàtiva del metro. Infraestructura para tratar de minimizar la falta de centralidad, que afectará grandemente para la captación de viajeros al tramo de la L10 en avanzada construcción. Amplio, según el dibujo publicitado, y con espacios para quienes quieran andar o ser llevados por pasillos rodantes, similares a los que hay en grandes aeropuertos para masivos desplazamientos uniendo dependencias.

Supongo que habrán calculado los viajeros potenciales que captará el tranvía y la cantidad de viandantes que transitan por la citada calle Alicante, ya que para justificar la inversión también quieren ampliar para ellos la utilización del trazado subterráneo. Rara invitación, bajo tierra en lugar de ir por las aceras, cuando hasta en los establecimientos de restauración nos gusta más estar al aire libre que en el interior de los locales.

Opino que, en lugar de un largo, costoso y peligroso “cañón peatonal”, así lo denominan, deberían haber comenzado la prolongación del trazado hasta la proyectada estación en la calle Xàtiva, empleando los veinte millones de euros de su coste más lo ahorrado: al desestimar la continuación del túnel y la estación soterrada Maristas, cuya realización fue aprobada con destacada intervención de los Amigos del Ferrocarril,  para evitar el cruce a nivel con la muy transitada avenida Hermanos Maristas y su continuadora Instituto Obrero de València, y no tener que comprar tranvías. También podrían solicitar subvención a la UE, resaltando que somos la única ciudad de las cinco más pobladas de España sin líneas de transporte, no contaminante y de gran capacidad, que se adentren en su mal comunicado centro histórico, uno de los más extensos de Europa.

Con la gran inversión en el túnel tienen excusa para postergar sine die la continuación, como mínimo, hasta el Mercado Central, que es la reclamada en reciente encuesta por los ciudadanos. Aunque sea con la barbaridad de la estación bajo cinco plantas de estacionamiento en lugar de haberlo hecho a partir de la tercera, ya que en el 2006 todavía pensaban con el vehículo privado como hegemónico para los desplazamientos.

En cuanto a la seguridad, teniendo en cuenta los comentarios oídos y leídos de la peligrosidad cuando hay poca afluencia de viandantes en cortos túneles urbanos o de metro en ciudades españolas y de otros países, que decir en uno de 260.

Aún están a tiempo de sustituir el “cañón peatonal” por el inicio de la continuación soterrada hacia el centro histórico. Para Conejillos de Indias frustrados ya tenemos suficientes con el tercer carril València-Castellón y otros.

Ante un posible fracaso, y millones de euros gastados, tan necesarios para otras obras y actuaciones para los ciudadanos, está la ausencia de voces discordantes y el meninfotisme generalizado.

Esteban Gonzalo Rogel

Secretario de Asociación Valenciana de Periodistas y Escritores de Turismo (AVPYETUR)

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