Una cremà pasada por agua da paso a las fallas de 2019
La tradición volvió a llevarnos el fuego purificador, a las puertas de la primavera. Un fuego que pone fin en una intensas fiestas a las cuales visitó la lluvia en los últimos momentos, en la nit de la cremà.
No obstante, el espíritu fallero superó estas inclemencias del tiempo y las fallas siguieron el protocolo marcado, y las cenizas tuvieron su protagonismo. No faltaron las lágrimas de tantas y tantas falleras y las ganas también de iniciar nuevos proyectos.
Las Fallas de 2019 empiezan su camino, inspiradas en unas fallas de 2018 llenas de éxito de participación y de normalidad.
