Una cremà pasada por agua para acabar las fallas 2022
Las Fallas 2022, además de ser las de la vuelta de la fiesta a la “normalidad” también han sido caracterizadas por la amenaza constante del agua de una constante lluvia hasta la cremà. Unas fiestas esperadas que no han lucido tanto como habría querido el colectivo fallero por culpa de un tiempo que se encabezonó al hacer más difícil esta vuelta.
La noche de la cremà no fue una excepción y la lluvia apareció a lo largo del día de manera diversa. Primero, haciendo que muchas comisiones decidieran disparar su mascletà antes de tiempo por miedo a echarla a perder. Segundo, las cabalgatas de disfraces y demés actividades también interrumpidas, suspendidas o trasladadas a la lnterior de los casales. Y, finalmente, la cremà, donde también la lluvia quiso visitar el momento final de la fiesta.
A pesar de estas circunstancias las fallas se quemaron sin más dificultades, sumando la lluvia a la larga lista de contratiempos a los cuales empiezan a acostumbrarse los falleros y falleras.
El agua no fue, por lo tanto, un impedimento para acabar las fallas 2022 en una cremà sentida y que abrió el camino a unas fallas de 2023, las cuales tienen que ser las de la verdadera vuelta a la normalidad.
Fotos: Junta Central Fallera (fotofilmax)
